El proyecto trata de la rehabilitación de dos pequeños edificios ubicados en una parcela de 408 m2, destinados a la vivienda-estudio de un pintor. El edificio principal está adosado a una construcción adyacente compartiendo la misma cubierta. Sobre él existe una ordenanza de protección que impide modificar el volumen exterior.
La solución propuesta contempla el vaciado interior del edificio, respetando el volumen exterior. Para remediar la escasez de superficie, 55 m2 útiles en planta, se excava un sótano. La nueva vivienda se estructura en torno a un corte transversal, en toda su altura, que se manifiesta en la fachada y que además de solventar los déficits de iluminación interior, nos divide la pequeña planta en dos piezas: en planta primera dos dormitorios, en planta baja cocina-comedor y salón y en sótano zona de servicios y dormitorio de invitados. El rasgado de la fachada proporciona una gran luminosidad interior y marca el punto de encuentro de la vivienda con el jardín.
