El carácter emblemático de la arquitectura se afianza, de manera irrenunciable, con el tiempo. No obstante, la condición de hito del nuevo edificio de juzgados en esta área de expansión de Puerto del Rosario obligaba a una reflexión especial acerca de la respuesta formal de la propuesta.
El lenguaje representa, en su condición de medio de comunicación, uno de los logros más notables de nuestra civilización. El desarrollo de un lenguaje judicial, preciso, y a la vez en continua actualización, es sin duda una de las muestras más evidentes de la importancia capital de la palabra en nuestra sociedad.
Nuestra propuesta otorga a la envolvente del edificio un papel tectónico esencial. Su presencia y complejidad responde a parámetros directamente relacionados con la búsqueda de una arquitectura sostenible, equilibrada entre medios y fines.
En primer lugar, la manifestación exterior de la fachada es parte de la estructura. A través de las pantallas de hormigón se trasladan los esfuerzos estructurales a un eje perimetral, liberando en la medida de lo posible el espacio destinado al complejo programa, y garantizando un elevado margen de flexibilidad en posibles modificaciones.
En segundo lugar, la geometría y disposición de la fachada protege a la envolvente interior de la incidencia solar con mayor impacto en el funcionamiento térmico del edificio, sin renunciar a unas condiciones lumínicas óptimas.
La sostenibilidad requerida en la nueva edificación queda resuelta con estas y otras decisiones de carácter pasivo, así como la elección de materiales de bajo mantenimiento.
Este caparazón alberga y protege una caja de vidrio luminosa y flexible.
Una construcción en seco que permite recomponer con sencillez los espacios interiores.
La continuidad del hormigón en las losas vistas interiores traslada el peso de las instalaciones al suelo técnico, contribuyendo a dotar al edificio de una gran flexibilidad.
El objetivo final es diseñar con pocos materiales y criterios de bajo mantenimiento.
Por último, a través del citado material, manipulaciones de la escala y ritmo estructural se ha pretendido dar respuesta a la condición de edificio de carácter icónico, punto singular en la aun desdibujada periferia del Puerto del Rosario.
