Este encargo surge a partir del Concurso Internacional convocado por Euskotren. El edificio de la Sede y el Parque, es objeto de una convocatoria ganada por Zaha Hadid.
Posteriormente, cada uno de los equipos desarrolla una torre de viviendas, situadas todas ellas en hilera al lado norte del Parque.
El conjunto de 5 torres constituirá el nuevo perfil de Durango desde el aire, la autopista y su periferia. Cinco piezas diferentes contribuyen a dotar al conjunto de una imagen diversa, más espontánea dentro de la rotundidad.
Las torres se apoyan en plataformas comunes, dos a dos, quedando libre la última. La situada en el Sector 5, corresponde a la primera pareja de edificios sobre un zócalo común. A fin de minimizar la relación lateral con las adyacentes, la torre S5 se estiliza perdiendo anchura y apurando su longitud. Este gesto se acentúa al plantear una solución de dos bandas verticales con un pasillo central lineal, lo que aumenta la sensación de esbeltez y contribuye a aliviar el impacto sobre los edificios que tiene enfrente.
Las viviendas se disponen preferentemente en las cuatro cabezas del edificio, volcando sus zonas de día hacia las vistas y el horizonte. La imagen formal se enfatiza mediante el escalonado aleatorio de los frentes cortos, con voladizos que manifiestan al exterior los diferentes tipos de viviendas proyectadas. Este gesto se produce allí donde la torre tiene más presencia –en los lados cortos- y será el que determine la imagen final de la torre del Sector 5 “dos láminas verticales escalonadas en sus frentes”. El tratamiento final de vidrio de su piel exterior contribuye a desmaterializar el volumen edificado, absorbiendo las imágenes de los edificios próximos.